Estrategia, Logística, Mundo Cabeza
Todos los productos que compras de manera física u online necesitan pasar por la cadena de suministro para poder ser trasladados desde el lugar en el que se fabrican hasta el domicilio de quien lo adquiere o bien hasta el establecimiento donde se comercializa.
Por tanto, es un elemento muy importante para casi cualquier negocio y que tiene implicaciones directas con su rentabilidad y la experiencia que tiene el cliente al comprar sus productos. Es necesario planificar estratégicamente la cadena de suministros de un negocio ya que cuando es ineficiente se pueden incurrir en gastos extra o provocar errores en las entregas.
¿Qué es la cadena de suministro?
Habiendo leído la introducción podríamos pensar que la cadena de suministros se basa en el transporte de la mercancía desde un punto a otro. Pero la realidad es que, para que esto se produzca, es necesario pasar por diferentes fases, instalaciones y procesos.
Para un producto que precisa de varios niveles de producción (como por ejemplo, el mobiliario) es necesario que varios agentes intervengan para pasar de una materia prima a un producto listo para ser consumido. En consecuencia, se precisan más labores complementarias como el almacenaje, transporte o conservación del producto. Dichas labores se intensifican cuando el producto se importa o exporta a países extranjeros ya que debemos añadir todos los trámites aduaneros.
En definitiva, podemos decir que la cadena de suministro es la suma de todas las fases, actividades e instalaciones por las que pasa un producto hasta que llega a un estado óptimo para su venta o consumo.
Fases de la cadena de suministro.
Aunque cada negocio precisa de unas fases diferentes para poder confeccionar su cadena de suministro, en términos generales podemos identificar 5 etapas por las que pasa un producto desde su origen hasta la fase final de la cadena en la que es recibido por el cliente.
- Diseño de la cadena.
El primer paso a dar consiste en idear una serie de pasos necesarios para producir el bien que se desea comercializar. Para ello necesitaremos valorar las necesidades de nuestro producto, por ejemplo, si nuestro negocio vende alimentos necesitaremos que el transporte y almacenaje cuenten con sistemas de refrigeración para que se encuentren en el mejor estado posible.
Otro aspecto a considerar es si nuestros proveedores o clientes son nacionales o extranjeros ya que entonces necesitaremos trabajar frecuentemente con aduanas o bien delegar esto en un agente aduanero.
- Seleccionar proveedores o fuente de materias primas.
Una vez que hemos diseñado el cómo será el recorrido que harán los productos, necesitamos elegir quienes serán los proveedores que van a suministrar los componentes de los mismos o bien tomar la decisión de invertir en producirlos de manera autónoma.
- Preparación y almacenaje.
Después de producir el bien, es necesario prepararlo para que pueda conservarse en buenas condiciones mientras que llega su momento de la venta. El paso siguiente es proteger la mercancía para que pueda llegar en buenas condiciones a la siguiente fase que es el transporte.
- Transporte.
Cuando llega el momento de que la mercancía sea trasladada al punto de venta o a un centro logístico intermedio hasta su destino. En esta etapa se pueden combinar varios transportes en función de la distancia recorrida y se vuelve aún más importante el papel de los centros logísticos a los cuales hemos dedicado este post recientemente.
- Logística inversa
En las ventas online ocurre frecuentemente que las mercancías son devueltas porque no cumplen con las expectativas de los clientes. En este caso, se debe hacer el recorrido contrario para que vuelva a la empresa que lo produce para solventar el problema a lo cual denominamos logística inversa.